De la fantasía a la realidad
El arquetipo de la Sirena es interpretado como un ser fantástico hibrido con torso de mujer y una larga cola de pescado. La sirena habita en el mar y es comúnmente visualizada en caricaturas dirigidas a los infantes, mostrado como un ser meramente ficticio.
Dentro de la Sierra Otomí- Tepehua el arquetipo de la sirena es dilucidado como una deidad acuífera y es pieza fundamental de la cosmovisión que perdura en los grupos Otomíes de San Bartolo Tutotepec, Hidalgo.
Salma Sinaí Soto Montes* | ecoshidalgo.com
El arquetipo de la sirena dentro de la cultura Otomí de San Bartolo Tutotepec, Hidalgo está fuertemente asociada con los rituales de petición de lluvia, y prevención de sequias dentro de la comunidad Otomí.
La sirena principalmente habita en las profundidades de la gruta de los manantiales en donde se encuentra una amplia laguna.
A esta deidad acuífera se le ofrenda comida, baile, música, ropa, aretes, collares, cantos, oraciones, peticiones y agradecimientos en lengua ñuhu con la intención de atraer la lluvia con el propósito de una abundante cosecha de maíz, frijol, cacahuate y café.

De igual forma esta deidad acuífera habita en la laguna de la comunidad de Pie del Cerro, a la cual se le realiza una ofrenda en las orillas de la antes mencionada laguna.
La ofrenda consiste en accesorios de mujer como son aretes, collares, veladoras y ramilletes. Como símbolo de agradecimiento por las buenas cosechas, la abundancia del agua y el bienestar de la comunidad.
Colaboradora texto y fotos: Salma Sinaí Soto Montes
Licenciada en Lengua y Cultura de la Universidad Intercultural del Estado de Hidalgo.